STAND BY

Como el título reza, esperando el segundo Domingo de cuaresma. Aquel en el que están concentrados todas las esperanzas y los sacrificios de los últimos meses.
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Ahora que ya tengo el dorsal es cuando realmente me doy cuenta de que esto puede significar algo. O al menos eso espero. La cabeza gira y gira como la noria, a veces pienso que me la caliento demasiado. Ya no se puede hacer nada a estas alturas, solo cabe esperar que el día sea propicio en lo personal y espléndido climatológicamente hablando.
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Hoy en el tren viniendo de Valencia he estado ensayando la rutina de la mente para el Domingo. Cuando me quiero evadir, ensayo una rutina y en varias ocasiones me ha funcionado. Será en la segunda parte de la maratón cuando habrá que recurrir a tirar de archivo "neuronal". Soy de los que no le gusta ponerse la música para correr, prefiero calentarme la pelota.
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Solo de pensarlo ya se me pone la carne de gallina: 500 m. para la meta y la cantidad de pensamientos, emociones, tristezas, alegrías, risas, llantos, que se pueden recoger en apenas unos segundos-minutos.
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Lo conseguiré, y este triunfo ya tiene dedicatoria.
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